Recorremos la Omnilínea sacudidos por una portentosa tormenta llamada Deinós.
“Muchos portentos (deiná) hay, pero ninguno más portentoso (deinoterón) que el hombre”. Portento: algo único, tan maravilloso como terrible. Así hablaba Sófocles de la humanidad y de su deinós en la tragedia de Antígona.
La portentosa Antígona y su clamor por dar digna sepultura a un hermano muerto en batalla frente a lo decretado por Creonte, la autoridad en Tebas; humanidad y justicia en abierta rebelión frente a la ley. Como en toda rebelión, surge el temor: ¿perecerá el justo? ¿Llevará la conculcación de la ley al caos generalizado? Lo heroico arriesga un caos anti-heroico. Antígona y su deinós: severa, fiera, formidable.
Tebas contiene el aliento ante la tragedia… Y la tragedia alumbra una nueva realidad. Antígona entierra a su hermano y acaba con su propia vida. Creonte se arrepiente de su dureza, pero demasiado tarde para salvar a Antígona. Además, pierde a su mujer e hijo, que se suicidan por el dolor causado por la terquedad de Creonte y la muerte de Antígona. Sin embargo, Tebas permanece: todos han perdido algo, mas todos han ganado algo.
Y tú, ¿qué harás frente a tu deinós? ¿Afrontarás lo terrible en busca de lo sublime?
Vagamos con Antígona y otros miles de historias en la memoria o por escribirse. En todas ellas, en el escenario de nuestras almas o en el mundo exterior, deinós.
Únete a este viaje. Mientras caminamos la Omnilínea a través de un tiempo y espacio colapsados, sobrevivimos y aprendemos. Avanzamos en pequeñas y grandes iteraciones, apostando por lo imposible frente a la paradoja. Sonreímos genuinamente desde una sincera ironía y, en los cruces y espirales de la Omnilínea, conectamos.
Recorremos la Omnilínea sacudidos por una portentosa tormenta llamada Deinós.
“Muchos portentos (deiná) hay, pero ninguno más portentoso (deinoterón) que el hombre”. Portento: algo único, tan maravilloso como terrible. Así hablaba Sófocles de la humanidad y de su deinós en la tragedia de Antígona.
La portentosa Antígona y su clamor por dar digna sepultura a un hermano muerto en batalla frente a lo decretado por Creonte, la autoridad en Tebas; humanidad y justicia en abierta rebelión frente a la ley. Como en toda rebelión, surge el temor: ¿perecerá el justo? ¿Llevará la conculcación de la ley al caos generalizado? Lo heroico arriesga un caos anti-heroico. Antígona y su deinós: severa, fiera, formidable.
Tebas contiene el aliento ante la tragedia… Y la tragedia alumbra una nueva realidad. Antígona entierra a su hermano y acaba con su propia vida. Creonte se arrepiente de su dureza, pero demasiado tarde para salvar a Antígona. Además, pierde a su mujer e hijo, que se suicidan por el dolor causado por la terquedad de Creonte y la muerte de Antígona. Sin embargo, Tebas permanece: todos han perdido algo, mas todos han ganado algo.
Y tú, ¿qué harás frente a tu deinós? ¿Afrontarás lo terrible en busca de lo sublime?
Vagamos con Antígona y otros miles de historias en la memoria o por escribirse. En todas ellas, en el escenario de nuestras almas o en el mundo exterior, deinós.
Únete a este viaje. Mientras caminamos la Omnilínea a través de un tiempo y espacio colapsados, sobrevivimos y aprendemos. Avanzamos en pequeñas y grandes iteraciones, apostando por lo imposible frente a la paradoja. Sonreímos genuinamente desde una sincera ironía y, en los cruces y espirales de la Omnilínea, conectamos.